El MDMA, o éxtasis en argot, es una sustancia química derivada de la feniletilamina, relacionada tanto con la anfetamina, como con la mescalina, es decir, comparte características de estimulante mayor y de alucinógeno. El éxtasis fue sintetizado por primera vez en 1912 por científicos que buscaban un medicamento para detener hemorragias. Dos años más tarde se patentó, pero sin conocer sus propiedades psicoactivas.
Como la mayoría de las drogas de diseño, el éxtasis deriva de la anfetamina, estimulante que disminuye la sensación de fatiga física, el hambre y el sueño. Sus efectos se basan en el aumento de los niveles de los neurotransmisores serotonina, noradrenalina y dopamina. Comienzan a notarse a los 20 minutos de la ingestión y duran de tres a seis horas. El MDMA se distribuye en forma de pastillas, cápsulas o polvo. Al tratarse de una sustancia prohibida, se fabrica en laboratorios clandestinos donde nadie garantiza su composición, la dosis de éxtasis que contiene cada píldora o la inocuidad de las substancias con que suele adulterarse.
Como la mayoría de las drogas de diseño, el éxtasis deriva de la anfetamina, estimulante que disminuye la sensación de fatiga física, el hambre y el sueño. Sus efectos se basan en el aumento de los niveles de los neurotransmisores serotonina, noradrenalina y dopamina. Comienzan a notarse a los 20 minutos de la ingestión y duran de tres a seis horas. El MDMA se distribuye en forma de pastillas, cápsulas o polvo. Al tratarse de una sustancia prohibida, se fabrica en laboratorios clandestinos donde nadie garantiza su composición, la dosis de éxtasis que contiene cada píldora o la inocuidad de las substancias con que suele adulterarse.
Condiciones normales
La serotonina es un neurotransmisor que transmite información al cerebro que es almacenada en vesículas del extremo del axón.
Cuando una señal eléctrica llega a este lugar, las vesículas se fusionan con la pared de la neurona. Esto libera la serotonina en el espacio sináptico y se mueve hacia la neurona contigua cuyas dendritas contienen receptores a los que se puede adherir la serotonina para transmitir el mensaje.
Cuando una señal eléctrica llega a este lugar, las vesículas se fusionan con la pared de la neurona. Esto libera la serotonina en el espacio sináptico y se mueve hacia la neurona contigua cuyas dendritas contienen receptores a los que se puede adherir la serotonina para transmitir el mensaje.
A continuación la serotonina se separa y regresa a la sinapsis. Es ahora cuando es, o destruida por las MAOs, o reabsorbida por las proteínas. Estas proteínas guían al transmisor desde el espacio sináptico hacia la terminal de su axón original.
Condiciones bajo el éxtasis
El éxtasis altera estas condiciones normales de dos modos:
1. Bloquea el retorno de la serotonina al axón y se adhiere a las proteínas de reabsorción, impidiendo entrar a la serotonina.
2. La serotonina es liberada en cantidades mayores de lo usual. Esto se debe a que el éxtasis altera la forma de las proteínas de reabsorción, causando que cambien de dirección. En lugar de guiar la serotonina de regreso desde la sinapsis hasta el terminal del axón, la envían desde el terminal del axón a la sinapsis.
Ambos procesos resultan en un exceso de acumulación de serotonina en el espacio sináptico, causando que se emitan un numero de señales mayor de lo normal.
EFECTOS DEL ÉXTASIS
EFECTOS DEL ÉXTASIS
Efectos deseados
El aumento de actividad de las neuronas de serotonina induce a sentimientos de euforia y vinculación con los demás.
Aumento de la temperatura
Aumento de la temperatura
La serotonina ayuda a regular la temperatura del cuerpo. El éxtasis puede causar un exceso de temperatura en el cuerpo.
Memoria
Memoria
Se cree que la serotonina interviene en el almacenamiento de información en tu memoria. Una deficiencia de serotonina interfiere con esta función. El uso regular de éxtasis puede tener como resultado el deterioro de la memoria.
Depresión
Depresión
El uso excesivo del éxtasis puede mermar el suministro de serotonina en tu cerebro. Esto puede conducir a una depresión. Como la reabsorción de serotonina es bloqueada parcialmente, grandes cantidades de ésta son metabolizadas por las MAOs si este proceso paralelo de destrucción e insuficiente reproducción continúa por largo tiempo.
Ritmo de sueño-vigilia.
Ritmo de sueño-vigilia.
La serotonina afecta indirectamente tus pautas del sueño. La somnolencia se supera, permitiéndote estar alerta toda la noche. En un menor grado, el éxtasis también induce la liberación de adrenalina, otro neurotransmisor que te mantiene despierto.
DAÑOS
1. Sustancias dañinas
Parte del metabolismo del éxtasis es realizado en el cerebro. Algunos de los componentes, resultantes de este proceso de metabolización, pueden ser dañinos para los axones y deshabilitan a las neuronas.
2. Penetración de otros neurotransmisores
2. Penetración de otros neurotransmisores
El MDMA disminuye la concentración de serotonina en el cerebro, si esta no está presente, las proteínas de reabsorción no tienen nada que absorber. Estas pequeñas bombas de absorción permanecen vacías, o incluso pueden arrastrar consigo otros transmisores hacia las neuronas de serotonina sin darse cuenta, especialmente dopamina. La dopamina y sus productos derivados dañan entonces los axones de esas células.