sábado, 29 de enero de 2011

Éxtasis


El MDMA, o éxtasis en argot, es una sustancia química derivada de la feniletilamina, relacionada tanto con la anfetamina, como con la mescalina, es decir, comparte características de estimulante mayor y de alucinógeno. El éxtasis fue sintetizado por primera vez en 1912 por científicos que buscaban un medicamento para detener hemorragias. Dos años más tarde se patentó, pero sin conocer sus propiedades psicoactivas. 

Como la mayoría de las drogas de diseño, el éxtasis deriva de la anfetamina, estimulante que disminuye la sensación de fatiga física, el hambre y el sueño. Sus efectos se basan en el aumento de los niveles de los neurotransmisores serotonina, noradrenalina y dopamina. Comienzan a notarse a los 20 minutos de la ingestión y duran de tres a seis horas. El MDMA se distribuye en forma de pastillas, cápsulas o polvo. Al tratarse de una sustancia prohibida, se fabrica en laboratorios clandestinos donde nadie garantiza su composición, la dosis de éxtasis que contiene cada píldora o la inocuidad de las substancias con que suele adulterarse.

Condiciones normales

La serotonina es un neurotransmisor que transmite información al cerebro que es almacenada en vesículas del extremo del axón.

Cuando una señal eléctrica llega a este lugar, las vesículas se fusionan con la pared de la neurona. Esto libera la serotonina en el espacio sináptico y se mueve hacia la neurona contigua cuyas dendritas contienen receptores a los que se puede adherir la serotonina para transmitir el mensaje.

A continuación la serotonina se separa y regresa a la sinapsis. Es ahora cuando es, o destruida por las MAOs, o reabsorbida por las proteínas. Estas proteínas guían al transmisor desde el espacio sináptico hacia la terminal de su axón original.

Condiciones bajo el éxtasis

El éxtasis altera estas condiciones normales de dos modos:
                1.  Bloquea el retorno de la serotonina al axón y se adhiere a las proteínas de reabsorción, impidiendo entrar a la serotonina.

                2. La serotonina es liberada en cantidades mayores de lo usual. Esto se debe a que el éxtasis altera la forma de las proteínas de reabsorción, causando que cambien de dirección. En lugar de guiar la serotonina de regreso desde la sinapsis hasta el terminal del axón, la envían desde el terminal del axón a la sinapsis.

Ambos procesos resultan en un exceso de acumulación de serotonina en el espacio sináptico, causando que se emitan un numero de señales mayor de lo normal.

EFECTOS DEL ÉXTASIS

Efectos deseados
El aumento de actividad de las neuronas de serotonina induce a sentimientos de euforia y vinculación con los demás. 

Aumento de la temperatura
La serotonina ayuda a regular la temperatura del cuerpo. El éxtasis puede causar un exceso de temperatura en el cuerpo. 

Memoria 
Se cree que la serotonina interviene en el almacenamiento de información en tu memoria. Una deficiencia de serotonina interfiere con esta función.  El uso regular de éxtasis puede tener como resultado el deterioro de la memoria.

Depresión
El uso excesivo del éxtasis puede mermar el suministro de serotonina en tu cerebro. Esto puede conducir a una depresión. Como la reabsorción de serotonina es bloqueada parcialmente, grandes cantidades de ésta son metabolizadas por las MAOs si este proceso paralelo de destrucción e insuficiente reproducción continúa por largo tiempo.  

Ritmo de sueño-vigilia.
La serotonina afecta indirectamente tus pautas del sueño. La somnolencia se supera, permitiéndote estar alerta toda la noche. En un menor grado, el éxtasis también induce la liberación de adrenalina, otro neurotransmisor que te mantiene despierto.

DAÑOS

1. Sustancias dañinas
Parte del metabolismo del éxtasis es realizado en el cerebro. Algunos de los componentes, resultantes de este proceso de metabolización, pueden ser dañinos para los axones y deshabilitan a las neuronas. 

2. Penetración de otros neurotransmisores
El MDMA disminuye la concentración de serotonina en el cerebro, si esta no está presente, las proteínas de reabsorción no tienen nada que absorber. Estas pequeñas bombas de absorción permanecen vacías, o incluso pueden arrastrar consigo otros transmisores hacia las neuronas de serotonina sin darse cuenta, especialmente dopamina. La dopamina y sus productos derivados dañan entonces los axones de esas células.



jueves, 27 de enero de 2011

Heroína, un infierno en vida


La heroína es una droga que pertenece a la familia de los opiáceos, concretamente de la morfina, una sustancia natural que se encuentra en el capullo de la amapola o adormidera asiática. Generalmente, la heroína se presenta como un polvo blanco o café.

La heroína puede inyectarse, fumarse o inhalarse. El abuso de esta droga es un problema serio en los Estados Unidos. Los principales problemas de salud causados por la heroína incluyen abortos, infecciones cardíacas y muertes por sobredosis. Las personas que se inyectan la droga también corren mayor riesgo de adquirir enfermedades infecciosas, entre ellas, las más peligrosas VIH/SIDA y hepatitis. 

El consumo habitual de la heroína puede conducir a su tolerancia. Eso significa que los usuarios necesitan más cantidad de la droga para obtener el mismo efecto. Las dosis altas generan con el tiempo una dependencia del cuerpo a la heroína. Si los usuarios adictos dejan de consumirla, tienen síntomas de abstinencia. Estos síntomas incluyen agitación, dolores musculares y óseos, diarrea, vómitos y episodios de frío.



Los efectos a corto plazo del abuso de heroína aparecen poco después de la primera dosis y desaparecen en unas cuantas horas. Después de una inyección de la droga, el usuario dice sentir un brote de euforia acompañado de un cálido sonrojo de la piel, boca seca y extremidades pesadas. Después de esta euforia inicial, el usuario está "volando", estado en el que se alterna la vigilia con el adormecimiento y se turban las facultades mentales debido a la depresión del sistema nervioso central.

La heroína provoca los siguientes efectos: sedación, euforia, analgesia, depresión respiratoria (causa principal de la muerte por sobredosis en usuarios de esta sustancia), supresión fulminante de la tos, miosis, náuseas y vómitos, efectos gastrointestinales, cardiovasculares, renales, urinarios.


miércoles, 26 de enero de 2011

Cristal, la droga de moda


El cristal es una metanfetamina, que posee una estructura química similar a la de la anfetamina, pero sus efectos sobre el sistema nervioso central son más pronunciados. La molécula de metanfetamina tiene la habilidad de cruzar muy fácilmente la barrera que separa al cerebro del resto del cuerpo, la llamada barrera hematoencefálica. Esta habilidad permite que los niveles de sustancia en el cerebro alcancen unas 10 veces los niveles en sangre, logrando ejercer su acción casi exclusivamente sobre el sistema nervioso central.

Legalmente, la metanfetamina está indicada en el tratamiento de la narcolepsia, del desorden caracterizado por déficit de atención y también en el control de la obesidad.

La metanfetamina es conocida por su reputación de estimulante adictivo. Como la anfetamina, esta droga incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una sensación general de bienestar. Excita receptores neuronales vinculados a las señales de recompensa y gratificación: produce euforia, alivia la fatiga y mejora el rendimiento en tareas simples.

El producto vendido en la calle se conoce por muchos nombres como "anfetas", "meta" y "tiza". El clorhidrato de metanfetamina consiste en pedazos de cristales transparentes parecidos al hielo, que se pueden inhalar fumándolos. En esta forma se conoce como "hielo", "cristal" y "vidrio".

Los efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 u 8 horas. Los adictos a esta sustancia, pueden permanecer despiertos durante varios días. Esto genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. En estos casos, una vez que la droga abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran agitación, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios, llegando a cuadros de disociación psíquica apenas distinguibles de los que caracterizan a una esquizofrenia de tipo paranoide. Estas manifestaciones psiquiátricas de toxicidad se producen por sobredosis y en casos de adicción crónica a dosis altas (especialmente por vía parenteral). 

Las personas que abusan pueden volverse adictas rápidamente y necesitar dosis más altas con mayor frecuencia para obtener los mismos resultados. Los efectos adversos para la salud incluyen arritmias cardíacas, aumento de la presión arterial y una variedad de problemas psicológicos. Los efectos a largo plazo pueden incluir trastornos mentales severos, pérdida de la memoria y graves problemas dentales.



¿Se lo vas a dar todo?

Las drogas te lo quitan TODO, ¿estás dispuesto a dárselo?
Se racional y piensa en todo lo que puedes perder.

martes, 25 de enero de 2011

Cocaína


La cocaína  tiene un efecto energético  tanto en el cuerpo  como en la mente. Una emisión intensificada del neurotransmisor dopamina forma las bases de los efectos producidos por la cocaína La dopamina ayuda a transmitir información entre las neuronas.

La dopamina es liberada en el centro de refuerzo del cerebro. Éste es el sistema que asocia los sentimientos de placer  con ciertos tipos de comportamiento, como comer, beber y practicar sexo. Esto hace que  quieras repetir estos comportamientos. La cocaína puede estimular también el centro de refuerzo del cerebro y despertar sensaciones placenteras.

En condiciones normales, la dopamina se mueve a través de la sinapsis hacia la neurona contigua, que contiene receptores a los que la dopamina se puede adherir. Esta acción de adhesión transmite el mensaje más allá.
Una vez el mensaje es transmitido, la dopamina se separa de su receptor y regresa a su neurona original. Allí es absorbida del espacio sináptico por proteínas de reabsorción especiales, las cuales la guían hacia la terminal de su axón, donde la dopamina es reciclada.

La cocaína altera estas condiciones normales de dos modos:
En primer lugar, las moléculas de la cocaína se adhieren a las proteínas de reabsorción que, normalmente, retira la dopamina del espacio sináptico. Esto bloquea el acceso a la dopamina. La dopamina queda flotando a la deriva en el espacio y choca con los receptores.

En segundo lugar, la cocaína induce a las vesículas de los neurotransmisores a liberar dopamina extra. La liberación de dopamina continúa, con lo que grandes cantidades de ella se acumula en el espacio sináptico. El transmisor se desplaza a través de la sinapsis y se adhiere a los receptores de la neurona contigua. La señal es transmitida, estimulando el centro de refuerzo del cerebro.

Como consecuencia de esto, la dopamina estimula el centro de refuerzo del cerebro, por lo que te sientes eufórico y seguro de ti mismo. La estimulación del centro de refuerzo puede llevar a la dependencia. Quieres experimentar esa sensación eufórica una y otra vez.

Se cree también que el repetido uso de cocaína reduce la sensibilidad del cuerpo a la dopamina. Los receptores de dopamina son destruidos gradualmente con el uso de cocaína.




Consecuencias del consumo de cocaína:

Depresión
Las consecuencias exactas del uso de cocaína a largo plazo aun no son muy claras. La depresión suele manifestarse en personas que llevan largo tiempo consumiendo cocaína y dejan de tomarla. Sus neuronas se han vuelto insensibles a la dopamina y ya no pueden responder a las cantidades normales de ésta.

Paranoia
La dopamina puede también sobreestimular el centro cerebral del miedo, induciendo a paranoia. El centro del miedo es un mecanismo de supervivencia que nos avisa del peligro. La sobreestimulación puede desencadenar excesiva ansiedad. Una simple sombra o tono alto de voz puede percibirse como una amenaza terrible.

La cocaína es una droga altamente adictiva. Sus efectos estimulantes y adictivos resultan de la alteración del sistema de retribución del cerebro. La tolerancia a la cocaína aumenta con el tiempo. Los consumidores de cocaína necesitan entonces más droga para conseguir los mismos efectos. El uso regular de cocaína aumenta también el riesgo de efectos secundarios. Te vuelves más irascible, agitado e incluso paranoico.

Por todas estas razones nunca deberíamos consumir esta droga, debido a su alto grado de adicción y al enorme poder destructivo que tiene sobre nuestro cuerpo y mente.